jueves, 15 de agosto de 2019

Agua: recurso natural renovable, frágil y valioso

   El agua es un recurso natural o componente del ambiente que puede ser utilizado para el bien común al satisfacer necesidades humanas y de los demás organismos vivos. Por ello, el agua es un recurso renovable para la vida.

    Un recurso es renovable si se puede restaurar o recuperar mediante procesos naturales. Además, un recurso será renovable siempre y cuando la capacidad natural con la que se renueva sea mayor a la velocidad con que se consume. Si ese recurso es consumido más rápido de lo que se puede recuperar naturalmente, su capacidad regeneradora es sobrepasada y así se hace imposible garantizar su disponibilidad futura. Por tanto, los recursos naturales renovables no son perpetuos, es decir, se agotan y no duran para siempre.

    El agua puede recuperarse  a través de procesos naturales si se controlan cuidadosamente su consumo, su circulación y se protege de contaminantes y desechos que puedan impedir su regeneración. Sin este control, el agua pierde su condición regeneradora. Si la contaminamos o la gastamos a una velocidad superior a la que ella puede renovarse, corremos el riesgo de que se agote.

    Por lo tanto, el agua es un recurso frágil que puede ver amenazada su capacidad para renovarse. Además, es un recurso valioso porque es insustituible para satisfacer necesidades básicas humanas, lo cual significa que tiene un importante valor de uso, porque para que llegue hasta donde se necesita se requieren cuantiosas inversiones para construir y mantener las infraestructuras (represas, acueductos, instalaciones de captación, bombeo y saneamiento) y demás instalaciones para obtenerlo.

    A este proceso de obtención y captura de los reservorios naturales de agua mediante las instalaciones e infraestructuras construidas por las sociedades, se denomina extracción del agua. Esta extracción no debe hacerse en forma irracional porque genera impacto en los ecosistemas, pues al extraer el agua de los ríos, las lagunas, las aguas subterráneas, o al capturar el agua de las lluvias de una localidad, la estamos retirando de esos ecosistemas, y esto podría ser causa de la pérdida de su equilibrio y cuando retorna a ellos luego de haber sido utilizada, muchas veces no tiene la misma calidad.

Bibliografía

Mejías, B. y otros. (2015). Alimentando con Ciencias. Ciencias Naturales. 1er año. Caracas: COLECCIÓN BICENTENARIO

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